miércoles, 20 de febrero de 2008

Si las razones se acabaran
Si el mundo entero se perdiera de repente
Si las flores amarillas se volvieran grises
Aún estaría la Vida.

A veces se me ocurren frases, aforismos que nacen del aburrimiento o de un estado febril de creatividad aunque a veces se corresponden entre sí estos dos estados de ánimo. (No quiero pecar de vanidad: no es genialidad, es un deseo irrefrenable de poner en palabras un sentimiento). Los iré dejando aquí en el Blog de las Cosas que oíste mientras comprabas el café, regados por ahí como nacieron y como quedaron registrados en el papel.

Las rosas todavía eran rojas
y el río aún llevaba piedras...

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